Cualquier paisaje rural está compuesto por una serie de elementos visibles y se ve influenciado por una serie de factores invisibles tanto físicos como humanos que conjuntamente definen las características del paisaje.
Los elementos constitutivos del paisaje son el ager o espacio cultivado; el saltus o espacio no cultivado; el hábitat o espacio habitado; y finalmente el espacio organizado.
En cuanto a los factores que influyen en los paisajes rurales son de naturaleza física, como el relieve, el clima, los suelos o la hidrología; y humanas, como la demografía, la economía o la política.